¡AWESOME!

Adjetivo inglés que según el diccionario significa ”genial”, “alucinante” y es la palabra que más usan los escolares de Washington para decir que algo es estupendo, divertido o maravilloso.

No sólo ellos. A expresiones como “awesome” recurren mucho los profesores cuando quieren alabar el esfuerzo de un alumno. “Terrific”, “cool“,”good job”, “well done” o “keep going”, son algunos ejemplos de la importancia que dan aquí a destacar lo positivo, lo bueno, a alimentar la seguridad en uno mismo y no sentirse frustrado porque algo no haya salido del todo bien.

Un día, uno de los niños participó en una actuación. Tenían que recitar un cuento. Pero no abrió la boca ni casi se movió, posiblemente preso del pánico escénico. Al terminar y antes de que yo le preguntara extrañada - y casi indignada-  qué había pasado...Se adelantó la profesora y le dedicó un “good job” que me desarmó y evitó que el niño se asustara más.

Y es que si algo caracteriza el sistema educativo estadounidense -al menos en Primaria y hasta lo que conozco en Washington-  es el fomento de la autoestima. Un valor muy en alza por estas tierras, que termina marcando la personalidad y el futuro.

Sentirse valorado, seguro, importante para los demás. Admiro cómo lo hacen aquí aunque a veces roce lo absurdo. A cambio salen jóvenes sin complejos para hablar o actuar en público, que saben preguntar y responder, a los que no frena el sentido del ridículo y al final, saben reconocer mejor lo que quieren.

Habrá excepciones y no hay sistema perfecto pero me gusta esta forma de tratarte. Como cuando te desean que pases un feliz día sin que sea especial, que lo pidan todo por favor y den tanto las gracias, que siempre parezca que se alegran de verte o el afán de ayudar cuando ven que eres nuevo en el cole o en el barrio.

Eso sí, a veces también ocurre que cuando intentas corregir la tarea a tus hijos, te encuentres con cierta resistencia y un “ que no, mamá, que no sabes, que a mí la profesora me ha dicho awesome”.