¡MENUDO GALLINERO!

Hola chicas. Aquí estamos metidos en el “gallinero” universal porque no sabéis lo que ha sido el “parto” del Universo de Martina. ¡Madre del amor hermoso! Si estoy rodeado, de verdad.

Una que si el diseño, otra que si el color, la de más allá con los títulos y el tipo de letra y la de “Belleza obliga” con la estrategia. Así las cosas y con este panorama, “El Intruso” optó por silbar y mirar para otro lado porque a ese baile no estaba invitado y con un poco de mala suerte alguna me caía. 

Cómo sería la cosa que no sé si fueron más duros los días previos al nacimiento del “Blog” o el debate sobre el estado de la despedida. La de Zapatero, por supuesto. 

Vaya telita con el último ZP versus Rajoy. Uno llamándole calamidad y hablando de calvario. Otro que si eres un mentiroso y un perro. Del hortelano, pero perro al fin y al cabo. Uno que si me voy pero me quedo. Otro que váyase ya. Y El Intruso ojoplático ante el espectáculo desalentador y echando cuentas de cuánto queda para votar.

Lo malo, chicas, es que estos mimbres nos tienen que sacar de la crisis. Apañados vamos.

Pasará lo que tenga que pasar... O sea, pasará lo que Rubalcaba quiera que para algo es el candidato y el hombre que decidirá primero cuándo saldrá del Gobierno y segundo qué fecha le viene mejor para ir a las urnas.  Él sí que sabe. Calladito en el gran debate, al lado del cadáver  político y escudriñando al rival para meterle mano en la campaña electoral. El otro, el cadáver, piensa más en la mudanza de Moncloa y en su futuro en León  que en lo que queda de Legislatura. A su último acto -el del entierro político con lagrimita casi incluida-, asistieron su padre, un señor con aspecto de bonachón, y la casi siempre discreta Sonsoles. El tiempo, los más de siete años en Moncloa, tampoco la han perdonado. Se notan las arrugas y se la ve triste. Con la mirada entre perdida, resignada y preocupada.    

Ballesteros (EFE)

¿Será por la prima de riesgo, por los cerca de cinco millones de parados o por el futuro lejos de Palacio? Motivos tiene. Gestionar el tiempo con un ex presidente nunca fue fácil. Y mucho menos si nadie sabe muy bien dónde colocar el “jarrón chino” del que hablaba Felipe cuando dejó  “la bodeguilla”.

Con este panorama y tal y como está el patio lo mejor va a ser refugiarnos en nuestro propio universo. En el de Martina, claro.