LOS NIÑOS SIRIOS NO TIENEN "RECREO"

Mirad bien esta "foto". Un hombre con gesto amable y una mujer atractiva sonrientes ante las cámaras. Una pareja moderna de apariencia occidental que ha pasado de codearse con los líderes mundiales al repudio general o casi general con la excepción de países como Rusia o China. Miro al presidente sirio, Bacher el Asad, y a su mujer, Asma, y no puedo evitar ver las miradas de los niños de la ciudad de Homs. 

Niños como sus tres hijos Hafez, Zein y Karim.... o tal vez no, porque en este planeta es evidente que hay niños de segunda. Llevo un buen rato intentando decidir si convierto este "post" en una galería del terror y coloco todas las fotos de niños masacrados que han aparecido en la prensa internacional. Rostros infantiles víctimas de odios adultos. Cerca de 1000 menores han muerto en Siria en un año según la ONU. Una de las peores masacres ocurrió hace 10 días en Homs. Os ahorro primeros planos y vídeos pero los hay, sólo hay que buscarlos en Youtube. He visto como un padre corre con su hija de dos años en brazos muerta por el disparo de un francotirador; he visto un hospital donde un niño de poco más de 8 años mira a cámara con lo que le queda de cara (de la nariz para abajo no hay nada); he visto a los médicos llorar ante diminutos cuerpos inertes. Os aseguro que son imágenes tan brutales que no se olvidan pero ¿qué le ocurre a la comunidad internacional? La respuesta es que nos estamos mirando al ombligo de la crisis y un niño de un país pequeño en el que no hay petróleo, ni ningún otro atractivo, NO EXISTE. Se pueden desangrar todos que DA IGUAL. 

Cruz Roja Internacional alerta sobre las secuelas que arrastrarán los que sobrevivan. Acostumbrados a vivir en paz los niños sirios ahora son víctimas o refugiados. Ya saben lo que es el hambre, la falta de medicinas, el colapso de los hospitales, los bombardeos, el CAOS=LA GUERRA
Los niños de Damasco se salvan, los de Homs sucumben. 
18 bebés prematuros murieron en sus incubadoras en Homs por la falta de luz hace un mes. Sufren sus cuerpos y sus mentes. "The Independent" describe a los niños del monte Baalbek como "aterrados", muchos mojan sus camas y en general tienen el terror pintado en la cara. Mientras duermen emiten lamentos y los músculos de sus caras están en tensión. Unos se mantienen en silencio o fijan la mirada en un punto, otros se mueven y patalean. Otros canalizan su terror haciéndose los valientes y repitiendo los cantos que escuchan en las manifestaciones. 

No hay un corredor humanitario eficaz, se cierran embajadas y Turquía -con 14.000 refugiados en la frontera- apela a la creación de una zona neutral dentro de Siria. El ex secretario general de la ONU Koffi Annan, ahora enviado especial de ese organismo y de la Liga Árabe, reconoce que "la decepción invade al espíritu luchador de las causas humanas" pero asegura que seguirá adelante.

Muchos gestos y poca efectividad. Y "el mundo", esa entelequia, sigue girando al ritmo de los mercados. Hace 30 años la comunidad internacional tardó también demasiado en reaccionar cuando el padre de Hafez el Asad destruyó Hama y mató al menos a 20.000 de sus habitantes. Su hijo Bachar el Asad, 30 años después, está haciendo lo mismo en Homs. Como cuenta mi adorado Enric González en uno de sus brillantes artículos "Bachar el Asad quiere demostrar que cualquier desafío a su poder se paga con ríos de sangre".

Y ahora volved a mirar a esta pareja...

Él es médico oftalmólogo, ella informática nacida en Londres e hija de un importante cardiólogo sirio. Se conocieron, se casaron y se prepararon para una vida cómoda. Ella se convirtió en un icono de la serenidad y la elegancia. "Paris Match" dijo de ella que era el elemento de luz en un país lleno de zonas oscuras."Elle" la nombró la mujer más elegante de la política mundial y "Vogue" le dedicó un reportaje titulado "Una rosa en el desierto" que terminó retirando de su página web. La defensora de los derechos humanos que vestía de diseño es ahora uno de los rostros de "La Primavera Árabe" un nombre perfecto para una colección de alta costura inspirada en "Las 1000 y una noches" pero que representa la sed de libertad de los pueblos oprimidos.  Continuará.