ESTILO MICHELLE

Hello! I’m Michelle Obama, how are you? Algunos debieron pensar que se trataba de una broma y que estaban ante una doble perfecta de la primera dama.

Sucedió una mañana de enero en una de las salas que se pueden visitar en la Casa Blanca. Y no, no era broma. Era la esposa del presidente de los Estados Unidos.

Recibió a los estupefactos turistas con sonrisas, apretón de manos, palabras amables y más de un comentario divertido. Por sorpresa. Tampoco faltó su perro,  Bo.

http://www.youtube.com/watch?v=feBO1WhN4t8

Es el estilo Michelle, como es el de su marido, acercarse un sábado cualquiera al Lincoln Memorial -uno de los monumentos más visitados- para estar con la gente.

Golpes de efecto o estrategias calculadas para ganarse a los votantes. Habrá de todo, pero se agradece. Como se agradece que en el país con más obesos del mundo, la primera dama lidere una campaña por la dieta sana y el ejercicio, dirigida a padres, colegios y niños.

http://www.letsmove.gov/
Y cómo agradecen los americanos en Washington que los Obama hayan hecho suya esta ciudad. Frecuentan sus restaurantes-el gremio se lo ha agradecido públicamente en tiempos de crisis-, visitan sus museos y te los puedes encontrar animando al equipo de sus hijas en el partido de fútbol de los sábados.

Lo dicen los washingtonianos y no se escapa a quienes llegamos de fuera. Los Obama dan otro glamour a esta ciudad, la han puesto de moda. Y el estilo Michelle cautiva.

Por cierto, si queréis entrar a la Casa Blanca, hay que solicitarlo por escrito y con tiempo. Y esperar. No permiten bolsos, ni llaves, ni cámaras, nada. Merece la pena por aquello de decir ”he estado allí” y quizá toparse con Michelle o Barack.

Para evitar decepciones, es importante pensar en algo más pequeño y sencillo que las residencias de los presidentes europeos y ni comparación con el Palacio Real de Madrid, por poner un ejemplo. La Casa Blanca no necesita más.